a Cesia, cuando tenía dos años de edad.
¡Chicano! Díjome mi sobrina con
tal algarabía, que su sonrisa
mostraba dejando su alegría en la brisa,
y al sentirla todos sin vacilación
no podíamos evitar sentir gran satisfacción.
Toda ella es ternura:
Sus picaras sonrisas dadas
Sus palabritas entrecortadas,
Su pequeñita hermosura
Y hasta su traviesa dulzura.
¡No crezcas mi sobrina!
Te lo pide tu tío como favor
Que del mundo no veas su horror,
Que solo escuches el ave que trina
Y del cielo, a tus oídos solo la poesía fina.
De aquella salvación que el Señor te ofrece;
Solo de él sus palabras escucha
Para que fuerzas tengas en la lucha,
Mira que esta tierra ya atardece
Y la luz del mundo venidero ofrece.
¡Quedate con la pureza de la infancia!
Cuando a tu padre pavo llamas
Gorda a tu madre proclamas,
Y a tu abuela, ¡vieja! Soporta con paciencia
Así todos te amamos por tu inocencia.
Pues vuelves y dices ¡mama! A la abuela;
Causas alegría a Adela
Y de Eliseo su felicidad vuela,
Pues, tu ser la seriedad cancela
Y gracias a ti nuestro mundo es una gran acuarela.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2015 a las 11:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: De Sol y Luna
Comentarios1
Hermoso Poema, Dios no me ha dado hijos pero tengo la dicha de tener hermoso sobrino que es mi mundo y alegría también. Saludos.
Un abrazo mi amiga, el cariño y amor filial debe ser dado sin escatimar medida.
saludos.
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