Hoy ha vuelto a su hogar junto a la playa
después de larga ausencia,
todo seguía igual. La efervescencia
de las olas marcábanle la raya,
le hablaban de inocencia.
Nuevamente se aposentó en la arena
viendo el azul del cielo,
vino a llorar al mar su desconsuelo,
la marea empezaba a estar serena,
la brisa era su anhelo.
La luna, antes menguante, estaba llena,
la sal le salpicaba,
y en sus dulces mejillas horadaba
asiéndose a sus lágrimas la pena
que al alma le robaba.
Pensó quedarse él allí eternamente
perdida la mirada
y hasta plantar su última morada,
un sueño que volaba diligente
al fin le despertaba.
©donaciano bueno.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2015 a las 02:49
- Comentario del autor sobre el poema: Un buen ejercicio, ir a la playa a contarles las penas a la mar.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: jarablanca
Comentarios1
Sí, contarle las penas al mar, o al campo, o al cielo, es buen ejercicio, porque en definitiva es contarnos las penas a nosotros mismos, que quizás llevados por la vorágine de la vida, sólo sabemos que algo no nos deja vivir plenamente feliz. Es un desahogo que sin duda hará que después nos sintamos mejor.
Hace muchos días que apenas puedo leer ni comentar, hoy tengo un ratito y viene a leerte, amigo del alma y, me voy encantada. Sabes que siempre me gusta leerte.
Un abrazo y feliz finde.
Es un ejercicio de introspección, de meditación. Recuerdo, cuando yo era más jóven se llevaba mucho eso de los ejercicios espirituales, incluso para los ejecutivos de empresas que se recluían unos días en un monasterio. Ahora se ha sustituido por eso que llaman coaching o los livros de auto-ayuda.
Gracias por tu comentario que valoro
Un abrazo
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