¿Cómo puede haber tanto silencio entre mirar
lo que sé en tus ojos y el resistir a perderme
al compás tus latidos?
No hay manera.
No se calla,
No se va más allá que tras el rastro de una verdad
que por verdad, es más abstracta que el destino.
Pero quedamos tan lejos, tan opacos al viento
que hasta en nuestros caminos llueven las estrellas
sin poder comprender cuando perdimos la esencia
de lo que son los sentimientos,
o el significado de infinidad
y el Sahara parece tan vivo.
No sé como viven los enamorados
con la vida colgando en un beso.
No sé, como vivo yo, en esta insípida lobreguez
que me dejas, al saberte a migajas, ajena o irresoluble
Mientras callas lo que me suplicas decir primero.
¡No sé cómo vives! ¡No sé cómo vivo bajo esta lluvia tibia!
En la que me hacen vivir… Ángel y tulipán.
Y me dejas ante el rogar del tiempo que acuna mi desdicha
y a tus pies me callas en mi presente.
Espinas. Solo espinas en mi corona rasgan mis días
en ese espejo del que brotan fantasmas de arena
junto a la brisa que moldea lo efímero en ti, en tu silueta
pronta a desaparecer mi razón.
Y las rosas que en pétalos infundo a sus pies
caminan a lo lejos sin descanso ni piedad
en la condena de esta jaula de bronce y silencio.
Donde ya no vive… ¡ No vive! La cabida a la duda
- Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2015 a las 13:05
- Comentario del autor sobre el poema: La atracción, veneno que entre dos personas se vuelve con el tiempo algo insoportable de tolerar. Esconderla es inútil, y el amor. Una secreto a voces.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 39
Comentarios1
Lo principal del humano: ser autentico...
Tus metáforas me hicieron cavilar
Saludos
exacto, la verdad jamas se puede ocultar y en cosas del amor, es una verdad a cántaros.
Saludos.
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