Hace poco recordé que un día venía yo
revoloteando casi al ras del suelo,
porque traía un ala marchita.
Y apareciste tú.
Me prestaste tu hombro,
y me elevaste al vuelo.
Gracias a ti no naufragué,
desorientada por el latir
impertinente del corazón,
que retumbaba
como en son de lamento.
AlfonsinaELK
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Autor:
AlfonsinaELK (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 24 de septiembre de 2015 a las 00:39
- Comentario del autor sobre el poema: El valor de la amistad sincera.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, anastefy
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