Este tiempo ha sido de arduo trabajo, de recopilar vivencias y experiencias nuevas, y espero pronto compartir más historias.
PNCA El conejo relator
71.
¡QUE JOVEN!
En cierta ocasión un padre le dio a su hijo una bolsa llena de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a medida que el aprendió a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llego el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. - Le dijo el padre a su hijo, mientras señalaba la puerta - Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo digas lo desbastará y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una física. Los amigos son joyas preciosas, pues ellos, nos hacen reír y nos animan a seguir adelante, nos escuchan con atención y siempre están prestos a abrirnos su corazón".
"¡Los amigos son joyas preciosas! No los dejes perder.
- Autor: Pepe, el conejo relator. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2015 a las 10:59
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Pepe Pnca, Violeta, Alexandra L, Rosalways, kavanarudén, María C.
Comentarios5
Maravillosa enseñanza . mi lema es siempre (MAS DUELE UN INSULTO VERBAL QUE UN GOLPE) el golpe se cura pero las palabras se quedan por siempre en el alma QUE GRATO LLEERTE PEPE . FELIZ DIA
Lo mismo para ti, y gracias por compartir tu anecdota y preciado comentario.
Excelente relato, con un mensaje claro, las palabras pueden ser tan duras que pueden derrumbar el amor, sea de los amigos, la familia, o la pareja, cuidad de los insultos, porque las palabras son como flechas, después de dispar no se pueden detener. Un placer disfrutar tus relatos con mensajes para reflexionar.
Un abrazo, feliz dia, Alex.
Hermosa forma de explicar que las ofensas de palabra también dejan cicatrices en el corazón.
Saludos
Muy cierto, heridas, cicatrices que ya no se van jamás.
Me ha encantado Pepe.
Dejas unos relatos de gran sabiduria.
Merci
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