Ayer es siempre frío al recuerdo.
Aquí que la tarde cae y cristaliza las montañas
que, bañadas en oro, resguardan lo perdido, se humedece
mi mente y me pregunto si llueve dentro del fuego
que abrasa las nubes.
Nunca sé lo tarde que está; sólo puedo ver lo lejano
y saber que entre sus brazos y lo muerto
está lo que quise mío.
Y si cae la noche y sigo aquí, donde sigue frío,
miro lo poco que me queda y sé que es mucho
porque en todo lo seco está un poco de mí,
ahora que llueve y no sé dónde, y no sé cuándo.
Nunca lloverá desde el cielo, de las nubes; lloverá lo que ha muerto...
Y veo que soy lo que llueve.
Y veo que todo sigue lejano y muerto.
Acaso el mudo cierzo también me lleva a lo que veo.
Ya no estaré donde llueve y hace frío.
Ya siempre estaré donde lo seco reposa y termina su muerte.
- Autor: Nadidël (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2015 a las 19:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
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