Rosa del campo, corazón que ha explotado,
tu esqueleto verde y punzante te alza prematura,
todavía roja, todavía húmeda, todavía palpitando,
todavía llena de vida te elevas reinante sobre la llanura.
Tu antiguo caparazón se deshace en tierra a tus pies,
te da la vida con su muerte cada mañana,
con su fecunda sangre sacia tu hambre y tu ser.
¡Ay, rosa egoísta! Quién te pudiera sentir en el pecho clavada.
- Autor: Sergio G. Maeso ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2015 a las 16:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: poetalibre, kavanarudén
Comentarios1
Tierno poema, con tanto sentimiento.
El sentimiento de entrega, de amor, de admiración, de vida.
Un gusto leerte.
Feliz fin de semana.
Kavi
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