Desgrana, mil maneras de pedirle,
la atención, el tiempo, el compromiso,
no encuentra la forma de decirle,
por miedo a que le haga caso omiso.
Consulta, el horóscopo a diario,
las cartas del tarot y las estrellas,
y busca, por el fondo del armario,
la inspiración de algún viejo poeta.
Y así, pasa los días indeciso,
deshojando lentamente la amapola,
y el tiempo, la atención y el compromiso,
no son más, que un pez que se muerde la cola.
- Autor: El cigarro de José Agustín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2010 a las 21:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
Comentarios1
Y cuando encuentra el milagro de la respuesta, el pez ya tiene la cola tan mordida que ni el oráculo lo salva.
Muy bueno, Txemita.
Besos de naipes españoles "tirados" los viernes a la hora de las brujas.
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