Oigo a la noche gemir los azotes del viento,
La lluvia entró por la ventana,
Mojado yace el silencio,
Así quiero a tus manos sobre mi cuerpo,
Como las gotas que estallan en el cristal,
Deslizándose cual caricias que nacen suaves
Y mueren desesperadas,
Y en la bendita penumbra
Arrastrándose desnuda,
Entre otra sombra, una sombra sola,
La de tu cuerpo y el mío en el silencio,
Sobras de un mundo que ha quedado vacío,
De dos extraños que desde siempre se han amado…
- Autor: The White Witch ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2015 a las 04:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 91
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Alejandro O. de Leon Soto
Comentarios2
Que buen poema., me gusta esta frase:Entre otra sombra, una sombra sola,
La de tu cuerpo y el mío en el silencio,
Leerte ha sido maravilloso....
un abrazo
Sombra que antes fueron dos se hacen una, una sombra que se arrastra, que se enreda, que jadea desesperada, que alza la mirada cierra los ojos, se muerde y tal vez sonríe.... Gracias amigo por pasar a leerme y comentar. Un abrazo!
Sobre el mundo que vivimos
en verdad somos extraños,
pues llegamos muy huraños
y como tales partimos:
¡Pena de los muchos años
que en discusiones perdimos!
Excelente y reflexivo tu poema.
Un abrazo fraternal desde la Mancha de:
joanmoypra
www.sancholanza.blogspot.com
Hembra y señora/ que a cada hora/ cambia de piel/ golfa y decente/ dulce serpiente/de cascabel/ flor de alquitrán/ lluvia que llueve/ besos con sal.
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