Por favor mama, toma asiento, escúchame y sin interrumpir
lo que tengo que decirte, quizás, no lo vuelva a repetir.
Me calle por un momento y, la mire con mucho cuidado
me pare de mi asiento y camine por el comedor, no encontraba
las palabras para decirle, lo que tenía que decir, como explicar
que ya no podía mas, no era fasíl, ella no entendía nada, estaba
asustada, me pidío que hablara, pero, para mi todo era amargo.
Trataba de buscar las palabras para conversar,me senté a su lado,
de nuevo, agache la cabeza, y le dije, sabes hoy fui al medico,y conversamos
un rato, un largo rato,no fueron buenas las noticias, le dije a mi madre,
mi madre me dijo que la estaba asustando,
no vieja, no te asustes, fueron palabras que la doctora me dijo, me pregunto,
que si tenía hijos menores,
que si me sentía cansado, le dije que no, que estaba bien, que si tengo dos hijos menores
que son chiquitos, que son mi razón de vivir.
Mi madre me miraba, con sus ojito triste y cansado, por los años que trae a cuestas,
estaba preocupada, sus ojos se llenarón de lagrima, quise callar y no contarle nada
para no amargárla, yo tenía miedo, mucho miedo, por mi madre, por mi, por mis hijos.
La Doctora me miro, en sus ojos, había preocupación, pero antes que diga nada, le dije,
que si hay algo que tenga que decirme, hagaló, estoy preparado,
que si me voy a morir hoy, mañana, o pasado, no se preocupe, yo
estoy bien, pero no me esperaba lo que me dijo, que me había dado
una Necrosis Séptal, pregunte su significado,
se me había muerto una vena del corazón, y que,
en cualquier momento me daba un ataque con muerte letal.
Me preocupe, caí al asiento, me calle, mis ojos se llenaron de lagrima
lleve mis manos a mi cara, pencé en mi madre, mis hijos,
en todo, pregunte si había solución, ninguna escuche,
de una voz lejana, una voz como si viniera de las montañas,
y en mis oídos el eco, de una palabra que se repetía una y otra vez,
morirás, morirás, morirás, como pude me puse en píe,
quise caminar, mis piernas temblaban, me hice el valiente,
mire a los medico, sus carás preocupantés,
en la sala se quedaba un vacío, el aire, espeso,
el aroma, áspero, mi mente se quedaba en tinieblas,
mi luz se apagaba, mi caminar, lento, los ojos de las gentes
pendientes en mi, hoy una voz que me decía, fuerza muchacho,
el viaje a casa, no era lejos, cuadra y media,
pero en ese instante para mi, era un viaje eterno, no teneía fin,
me sentía cansado, solo quería llegar pronto a casa,
mi madre al escuchar mi relato,
me escuchaba atenta,
mis hermanos tristes y llorosos,
mis hijos me abrasaban, me animaban, me hacían sentir, que la vida,
no se terminaba aquí, hay que seguir, luchar,
sacar fuerzas de la misma debilidad, ganárle,
hoy comienza un nuevo partido, y hay que triunfar.
Triunfar, ha,ha, triunfar, reía, y mis lagrima rodaban
por mis mejillas, mi llanto, no era por la muerte, mi llanto,
es por lo que tengo, que ganar.
Hoy, camino tranquilo por las calles,
y tranquilo espero, el llamado de Dios, cuando?, hoy, mañana,
pasado, no lo se, solo el sabe cuando, yo solo espero,
el día, la noche, que importa, cuando el me llame, hay lo sabré.
- Autor: Yo Claudio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de septiembre de 2015 a las 23:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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