Por cada mirada que cruzas con la mía,
mi alma suspira intensamente;
por cada roce furtivo de tus dedos,
mi piel se eriza cual pétalo sensible al tacto.
No existe dios griego que pueda trastocar mi mente
tal y como tú lo haces en todo momento;
tu voz es la métrica de mi melodía
y tu dulce aroma mi erótico vicio.
Mis pensamientos aclaman tu nombre,
mis labios piden tus besos,
mi cuerpo desea tus manos
y mi alma está sedienta de tí.
- Autor: Alejandra Silva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2015 a las 00:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 117
- Usuarios favoritos de este poema: LEONARDO HENRRICY, nelida moni, Vogelfrei
Comentarios1
Ahhh, los pensamientos....
Los griegos
La mirada
La piel
Los dedos.
La sed
Tu nombre.
Me gustan esas palabras.
Resuenan.
Me es grato que lo aprecies.
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