Pobrecito vagabundo
pues que lo quiso el azar,
caminante;
en el mundo nauseabundo
donde tan duro es soñar
divagante.
Sin rumbo, luz ni sendero,
a remolque de tu sino,
que has de andar
huérfano de paz, viajero
derrengado y ya cansino,
y sin lugar.
Ni manta con que cubrirte
y el tiempo siempre en mal fario,
sudoroso,
y hasta incapaz de reírte,
harto de tanto rosario
y achacoso.
Pordiosero y sin hogar,
porque lo quiso el destino,
inclusero;
si hay dios, habrá de encontrar
un final a su camino,
de extranjero.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2015 a las 04:28
- Comentario del autor sobre el poema: A lo largo del tiempo los humanos se han ocupado de ir creando barreras, físicas, las fronteras, linguísticas, culturales, religiosas....etc...lo que hace que a veces nos sintamos extranjeros incluso en nuestra propia tierra.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: sandor
Comentarios3
Triste como las noticias, de toda esa pobre gente que busca paz y un futuro.
Un saludo Shira
Triste es sentirte extranjero en otro país pero más lo es sentirte así en el tuyo. Y aún mucho más es no tener un lugar a donde ir cuando existe una guerra que te obliga a huir del tuyo.
Gracias por tu visita y comentario
Un abrazo
Mucha realidad en diversas partes del mundo, pero comun en cada barrio, niños abandonados, ancianos olvidados, crueles destinos. Bella reflexion amigo.Un saludo y bendicion.
Adí es las barreras no solamente son físicas. Los mismos humanos estamos constantemente poniéndonos barreras.
Un abrazo, Armando
Excelente. Un abrazo
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