Me acuesto pensando en ellos,
deseando que amanezca
para volverles a ver,
sus caras angelicales
que tanto me hacen padecer;
sus travesuras, sus peleas,
sus risas y sus llantos.
¡Pero yo, los quiero tanto!
Qué vacía está la casa
cuando ellos no están.
Cuando alguno se marcha,
parece una eternidad.
Quisiera que no crecieran,
para tenerlos siempre a mi lado.
Pero, qué cruel es el tiempo,
pues ellos van creciendo,
los años van pasando,
y yo envejeciendo.
Dentro de poco se irán.
Cada cual tomará su rumbo
y seguirán su camino.
Yo quedaré aquí, solo
como es mi destino.
Entonces recordaré con cariño,
Sus travesuras, sus peleas,
sus risas y sus llantos.
¡Pero yo, los quiero tanto!
- Autor: José de Amercal (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2015 a las 20:56
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: The White Witch, nelida moni, Mauro Enrique Lopez Z., Violeta
Comentarios1
Que ternura, me encantó! Me recordó a alguien. Que lindo leerle poeta. Impecable! Saludos.
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