No me des paraíso, dame desierto.
¡Ah, un desierto de ardiente sol y arenas
donde pueda ocultarme de la manada!
En la soledad de las vaguadas sienas,
en ese arcano símbolo de la nada.
Escapar de los trasmundos milenarios
y sentir el silbo de tu viento en voces
espectrales de profetas legendarios
que peregrinan como águilas veloces.
Del oriente hasta el poniente se deifican
en tu coliseo de áridos adioses,
espejismos de esperanzas que edifican
la morada de serpientes y de dioses.
Blancas arenas y utopías de agua
se hunden bajo la luna solitaria.
Allí nacieron de tu plateada fragua
incandescencias de ficción necesaria.
No me des paraíso, dame desierto.
- Autor: Heliconidas ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2015 a las 23:59
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 26
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