El ocaso llega lentamente,
todo se tiñe de rojo,
las mareas cambian de rumbo,
para refrescar tu piel.
El cielo se oscurece ante tu timidez
y te oculta tras su piel,
evita que te vean en tu desnudez
Eclipsas mi vista ves mi eclipse,
desde ahí sentada miras extasiada
como ardo por dentro,
y mi fiel reflejo en el espejo
cristalino de sus aguas encuentro.
Lentamente se me apaga el fuego
que me quema se evapora en el tiempo,
vuelvo a ser yo,
la que mueve mareas,
la que transforma mentes enamoradas,
la que es cantada en las noches estrelladas,
alrededor de las hogueras.
- Autor: antoncaes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2015 a las 01:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, pani
Comentarios1
Muy sentido y genial tus versos de amor amigo Antonio...
Me gustó tu gran poema...
Recibe un fuerte abrazo de sincera amistad de:
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias amigo Crispulo. Buen fin de semana. Abrazos.
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