A Merced de tu Mirar

En la medula risueña
Del alma te hare llegar
Esta humilde serenata
Bajo este cielo estival
Mi adorada pastoreña
A ti vengo a cantar
Al trote de un corazón
Que no cesa de añorar
 
Vine a verte desde lejos
Buscando de tu panal
La miel que brota tus labios
A la hora de besar
Y muy bien pudiera ser
Que si llegase pasar
Mi corazón removieras
Ay! De su santo lugar
 
El refugio de mis manos
Anhela poder cuidar
La mañana de tus ojos
La tarde en tu lagrimar
La noche de tus cabellos
La madrugada, ojalá,
De tus sueños, yo pudiera
Receloso ir a velar
 
De tu alma buena pretendo
En este anchuroso lar
Zurcir de cuentos la calma
Que me pinta la soledad
A cambio del cruel celaje
De tu amplia luz virginal
Que arde y que alivia tanto
Que no se puede curar

Y tu me dices que quieres
Que te animas de verdad
Y yo grito que te quiero
Que te voy a enamorar
Y tu gritas que estoy loco
Que estoy loquito de atar
Y yo canto que es por ti
Que estoy loco de verdad
 
Amor constante de muerte
Lenta pasión sin igual
Limpia muestra de cariño
Suave rio en su caudal
Va llenando el alma hueca
De regalo inmaterial
Vivo espectro que destella
Lazos de entrega total
 
Agua clara, brisa fresca
Fuente de gloria inmortal
Dulce ilusión morena
Cándida aurora boreal
In dispensa me sucedes
Bien pudiese comparar
Como a las aves el cielo
Como a los peces la mar
 
Ángel de mis desaciertos
Dame un si subliminal
Hazme un guiño de tus ojos
Tácito y fundamental
Haz que pruebe la manzana
Del pecado original
Ese guion de donde nacen
Afectos de eternidad
 
Incurado de tus besos
Obligado a naufragar
En la mar de tu deseo
De tu arbitrio y voluntad
Arrinconado en un sueño
Del que no he de despertar
Mujer bella aquí me tienes
A merced de tu mirar

Gerardo Villalobos