Se fue.
Olvido por completo el clamor de nuestros momentos,
el emblema circunspecto de nuestras almas unidas,
mi corazón abarrotado de inexistente tristeza.
Se fue.
Volteada por las vicisitudes del tiempo,
las peripecias de lo ajeno,
los tropiezos propios de los sueños.
Se fue.
Corroída por los recuerdos sin anestesia
impregnados en la memoria imperecedera,
volátil, suya.
Se fue.
Sin destino conocido,
con parajes evidentes, fantasmales,
que sucumbieron los hartos años de artilugio.
Se fue.
No volverá.
Abandonó su lugar.
Desmenuzó en hebras la iridiscencia de nuestra pasión.
Regurgitó, voraz, el último grito de su adiós.
- Autor: Alejandro Vs ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2015 a las 09:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 105
Comentarios1
Siempre he definido el pensamiento como un hexágono de batalla, en el, una lucha perenne entre el bien y el mal. Entre la felicidad y la tristeza. Y se me parece a una lucha entre la conciencia de lo que sucede, lo que sucedió, y lo que sucederá, las razones conjugadas también. Me ha gustado. Saludos.
Asi mismo Jesús. El pensamiento, fruto de todo lo que converge a nuestro alrededor.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.