Inundado de luz de ese Manet,
ese sol amarillo de Van Gogh,
los nenúfares de Monet.
Conmovido por Pisarro o Degas
en d’Orsay junto a un Renoir.
Impresionado hasta el fondo
y con los ojos llenos de color,
busco imitar esa sinfonía,
meterme en ella,
quedarme quieto allí.
Mezclarme en la paleta
de un Sorolla incierto
presente en mi pared,
o un a veces infantil Gauguin
y en ese oscuro Toulouse cubierto de humo.
Al lado de Cézanne que me convoca
a dejar mis ojos olvidados en él.
Pero el tiempo es corto,
debo volver a la calle,
a la cierta realidad falta de color,
inundada de sombra.
- Autor: osvaldo tamborra ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2015 a las 20:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
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