Oscuros nada más...
Pasan y pasan sin dar tregua alguna,
me lleva hasta el jamás,
Con vueltas y penas a la laguna.
¡Laguna en verdad!... De esta… Mi existencia.
Pozo de dulces lágrimas,
Como agua almibarada en complacencia.
Memorias de dolor y tristes lástimas...
Mientras se derrumban sin pantomimas.
¿Duele?... Sí. Y te golpea.
En mi auxilio escatimas.
¿Duele?... Sí; Y te estropea.
Tanto lloré por ella.
Quedamente al caer,
fríos sueños a la amada doncella
se escurren sin poderlos retener.
Más la culpa arde en mí,
recae en mí la culpa de perderte,
recae en mí. Loto en mi frenesí,
estar esta noche aquí... sin tenerte
- Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2015 a las 11:31
- Comentario del autor sobre el poema: Esta fue la primera obra clásica que escribí a los 15 años. Estructurada en una silva ( secuencia indefinida de versos generalmente heptasílabos y endecasílabos alternados con rima variable e incluso versos libres). Pido clemencia a la hora de indagar en el ritmo interno de los versos, y en la métrica puesto que hay varios errores notables. Mas sin embargo, nunca decidí reestructurar la obra debido a que la poesía es eso, la inspiración que salta y baña todos los versos siendo ignorante de cualquier regla, es sedición en su mas puro esencia. También elegí este tipo de estructura al quedar impresionado con el gran maestro, coetáneo, Andrés Bello y "Silva a la agricultura de la zona tórrida" y ello fue lo que obtuve:
- Categoría: Triste
- Lecturas: 34
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