Una tarde cuando el sol
anuncia su despedida,
la luna anda aún perdida
en un tono de arrebol,
cuando el cielo complaciente
a la oscuridad da paso
voy leyendo a Garcilaso
enfrascándome en su mente.
Andando voy diligente
al atardecer del día
entre la monotonía
y el céfiro de relente,
el caño veo en la fuente
dulce gota ensimismada
que cae sin decir nada
al tropezar insistente.
Leo cantos que me animan,
que me elevan al parnaso
y así leo en cada paso
sus versos. Veo que riman
de forma tan primorosa
que a mí me saben a miel,
cada poema es laurel
y cada estrofa, una rosa.
En sus textos yo me miro
y pretendo me inspirar
de amor hablan y del mar,
de la emoción, del suspiro,
Poeta tú eres que admiro,
en tus coplas castellanas
las odas napolitanas
ansias de volar que estiro.
©donaciano bueno.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2016 a las 01:46
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando lees a Garcilaso pareciera que el alma se te eleva...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Comentarios1
Hermoso homenaje a de la Vega, un
grande de la literatura clásica.
Un gusto pasar
Mi afecto
Nélida
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