Observo las cuatro paredes,
blancas, pálidas, como las caras de los presentes.
A mi lado piensa, Cabizbajo, esperando una respuesta con agonía,
mientras su pie tembloroso, se mueve por sí solo.
Al otro lado de la sala, otro ser querido, maldice su creencia,
Y lamenta lo ocurrido.
Mujeres, creando vida en su barriga, y
esperando ser llamadas a ginecología,
Los ángeles de bata blanca, como pelotita de pinball.
En una esquina casi vacía, algo de esperanza y alegría,
recibe una negativa, prueba del sida.
Niños con material de construcción en el brazo,
esperando,aunque ya llevan un buen rato.
Me dirijo al asiento siguiente…
Se abrieron las dos puertas,
como se abrían sus piernas en una noche de pasión,
Pero esta vez, Era una maratón, de camillas,
todo un baño de tinta roja y costillas rotas.
Todo
Con banda sonora, sinfonía con chirridos de puertas,ambulancias
y como director habitual, el llanto.
- Autor: Aura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2015 a las 12:10
- Comentario del autor sobre el poema: Solo lo considero un pequeño, relato descriptivo, de mi visita al hospital...
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 218
Comentarios3
continua escribiendo, eres talentosa
felicidades
@PoetaSoto
oh muchisimas gracias poeta soto, un placer recibir tu comentario.
segire escribiendo, un saludo
Muy bién... Es un tema casi tabú, es doloroso el comienzo y el final de existir; igual que el amor tiene también incluido su dolor excitante y casi siempre placentero.
Un abrazo.
SHOSS gracias de nuevopor leer y comentar, es un placer recibir siempre una opinion suya.
un abrazo fuerte.
Laura
buena observación, ojos de cineasta.
Saludos desde mi butaca,
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