Sentado en mis rincones espero
Que aparezca tu mano tibia
Ha de pasar sobre estas tierras
Un desorden de niños dibujando
Ropas de obrero y sabor a pastel
Pues siempre que regreso a casa
Se que el trabajo es mi prisión.
Millones de pequeñas cosas
Delfines flotando en azulejos
Halo misterioso de músicas lejanas
Mientras me quedo afuera esperando
Que cada una de estas tardes
Seas tu quien vuelva a aparecer
Con tu horno para calentar los mares
Entre rachas de brisa estelar.
Hilos brillan entre tus manos
Pues tenemos el derecho a creer
Que nunca acabaremos
Porque no eres otra nube
Sino algo un tanto más ligero
Una huella dejada a ras del suelo
El día que te atreviste a bajar.
Viento celeste de otras latitudes
Por si un dia te decides marchar
Dime que no voltearas con rabia
Blancas aves anidan en nuestro hogar.
- Autor: JesusGodoy76 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2015 a las 17:54
- Comentario del autor sobre el poema: A mi esposa, que como fantasma aparecio una tarde y se quedo, para pintar con otros destellos mi negro manto estelar.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Gama de Luz 89
Comentarios1
Hermano, mis felicitaciones de pie a tus versos, encierran un tacto y un amor puro. Las imágenes cálidas que se crean al leer, tejen una historia que, en palabra de mi maestro, Alejandro Sanz, "un amor que será leyenda"
Gracias hermanazo, de verdad agradecido por su apreciacion. Viniendo de alguien con una pluma como la suya me siento honrado, espero un dia estrechar su mano y compartir un rato. Gracias de nuevo, al rato te escribo por el privado y estableceremos un mejor contacto.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.