Tú, con aires de noble personaje,
me sometes a impávido escrutinio
con tu mirada de oro y piel de armiño.
Tú que en tu pecho guardas el coraje
de tus ancestros todavía salvajes
y, sabiéndote vástago bastardo,
conservas la fiereza del leopardo;
condesciendes al gesto de mi mano
y correspondes a mi amor humano
con blando y esponjoso ronroneo.
En otro tiempo estás. Y yo no creo
que puedas comprender mi insomnio vano.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2015 a las 00:01
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 149
- Usuarios favoritos de este poema: Frida Lomeli, Claro de Luna
Comentarios2
Muy bueno, me encantó. Saludos
Que suerte tuve, entonces, en que me hayas leído. Gracias.
Buen homenaje gatuno, me gustó.
Un abrazo
Él se lo merece. Gracias.
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