Miraba mis manitos pequeñas
juntas verticalmente hacia el cielo
así las veía las de María
suplicando y pidiendo a Dios
orando y rezando
eso me lo habían enseñado
y así lo hacía como señal
de que aprendí con mi mama.
Era señal de fe
era la señal de amor
era un niño de Dios
ese era yo.
Juntaba las manitos y rezaba con ganas
y rezaba como alguien que ama,
no sé porque pero tenia una gran ternura por María,
la madre de Jesús,
me inspiraba un gran amor
era tan especial estar con ella
y entre tantos niños
yo era algo especial para ella
como que me oía
y nunca me abandonaba
sabía que estaba allí
podía escuchar su voz llena de amor
siempre me decía
que les perdonara
siempre me decía
ten fe
yo estoy contigo.
- Autor: Marcelino pan y vino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2015 a las 00:02
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 138
- Usuarios favoritos de este poema: Claro de Luna
Comentarios1
Dulce y tierno poema. Saludos
Gracias, amiga. Que bello es tener esos principios de amor vigentes en nuestra vida.
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