Subía las escaleras
siempre las subía
porque vivía abajo
unas eran de cemento
y a veces las de madera
aunque me tenían prohibido subir
menos las de madera
porque esas eran más bonitas
solo subían las visitas
bien escondido
guiado por el olfato
buscaba tomar café del bueno
que tenía mi tía
allá arriba que me tenían prohibido
tomaba café sabroso
y comía pan con mantequilla de verdad
conocía yo el buen gusto de la mantequilla y del café.
En mi casa
abajo éramos más pobres
y no teníamos café del bueno
me daban a veces cuando había
cebada que tenía el mismo color
molida y tostada
pero no sabía igual al café de mi tía
en mi casa no había mantequilla
si con suerte comíamos pan con margarina
y recuerdo de un pancito
que se untaba con cambur
bien maduro
que daba ese gusto dulce a mermelada.
Que sabroso era el pan de mi tía
con sabor a mantequilla
y el café que tomaba
que buen olor – buen olor tenia.
- Autor: Marcelino pan y vino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2015 a las 08:15
- Comentario del autor sobre el poema: Recuerdos de cuando era pequeño, en que tomaba café del bueno, con un olor que aun recuerdo, y pan con mantequilla.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 351
Comentarios2
Precioso cuento, recreando esos olores y sabores exquisitos que se quedan en la memoria, y que nada puede igualar o superar después, porque siempre serán los mejores. Un placer leerle.
Un cordial saludo, feliz dia, Alex.
Precioso es el sabor del café. EL cafe es un verdadero calmante para mi hoy en dia, para dormir bien me tomo un café, su aroma me recuerda el café de mi tia que me daba pan con mantequilla, hay quienes les recuerda fumar un cigarrillo. El sabor sube a la memoria, y es el mejor. Gracias por leer
A todos y todas que saben lo cierto del café, es una bebida divina. El recuerdo del cafe no se olvida, crea adiccion es cierto, pero es divino como el vino.Precioso es el sabor del café. EL cafe es un verdadero calmante para mi hoy en dia, para dormir bien me tomo un café, su aroma me recuerda el café de mi tia que me daba pan con mantequilla, hay quienes les recuerda fumar un cigarrillo. El sabor sube a la memoria, y es el mejor.
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