La noche, la lluvia, tu y yo.
Fundidos en un abrazo, recorriendo y reconociendo nuestros cuerpos, cumpliendo los anhelos.
La lluvia es el único testigo del amor que me das.
La noche es el único testigo del amor que te doy.
Somos partícipes del amor que nos hacemos, del amor que nos sentimos.
Nos hacemos uno en el infinito, nuestros sentidos nos poseen y de fondo, la noche y la lluvia que son cómplices y testigos.
La música que sale de nuestros cuerpos y nuestros corazones hacen de ese momento de entrega total un concierto de notas únicas.
Nuestros corazones se acoplan igual que nuestros cuerpos, igual que nuestras almas.
No te quiero solo para una noche, te quiero para todas las noches que me queden de vida.
Y si volviera a nacer, te volvería a pedir todas tus noches para que las pases conmigo, con la noche y la lluvia como testigos del amor que nos tenemos.
- Autor: Oso. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2015 a las 00:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 133
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios2
Un hermoso poema.
El amor es el protagonista principal. Ese amor que se tienen, se muestran. Entre total. Esa lluvia tenue, esa noche sutil.....
Siempre un gusto leerte amigo.
Kavi
Es un amor muy posesivo,la esencia del amor está en su libertad y entrega.Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.