OBSESIONADA

ALVARO J. MARQUEZ

"Comernos a besos era excitante,/ sobre tu cuerpo yo o sobre el mío tú,/ pero un día no nos gustó el restaurante/ o fue que nos aburrió el menú".

 

Le revisas siempre en detalle su celular

y su camisa a ver si tiene marca de labios.

Dudas cuando te dice que no viene a cenar

y te parece que esos mensajes que lees,

son en verdad tan falsos como tú crees

y que tus presentimientos son muy sabios.

 

No duermes esperando que hable dormido,

te sabes de memoria las calles que camina,

Se cansó y no crees que por trabajar ha sido,

revisas sus bolsillos a ver si hallas una foto,

recuerdas que pueden viajar dos en su moto,

la duda acerca de él te atormenta, te domina.

 

Te preocupa si esa noche no le dura su erección,

crees que seguro lo usó antes de llegar a casa...

Revisas su ropa interior y si guarda un condón,

de pronto habla dormido y dice algo de amor,

en tu cara se refleja una gran expresión de horror

y en los sueños de él ya no quieres saber qué pasa.

 

Lo despiertas, lo empujas, no quieres que duerma

la noche se va pasando y tú continúas con él así,

los celos, las dudas, te tienen de verdad enferma

y ahora se puede complicar aún más la situación,

porque notas que de repente sí hay una erección,

pero te aterra demasiado pensar que no sea por ti.

 

Revisas su cartera y allí encuentras preservativos

y notas que no son los mismos que él suele usar,

te preguntas si te es infiel cuáles son los motivos,

crees que ya de tanta libertad y libertinaje abusa

y cualquier cosa que diga te parecerá una excusa

y desde ya has decidido que no lo vas a perdonar.

 

Al día siguiente el divorcio inmediato le planteas,

estás tan iracunda que pareces salida del manicomio,

no hay manera de que alguna media palabra le creas,

todo está en blanco y negro, ya no existe el color

y gritas y hasta juras que en tu vida el peor error

fue aceptar un día su proposición de matrimonio.

 

Pasa el tiempo y ya tienes contigo a otro hombre,

dices que entre ambos la diferencia es un abismo,

es otra cara, otra sonrisa, otra voz, otro nombre...

Lo ves que contigo está enamorado y muy deseoso

¿y qué haces? Le pides que se convierta en tu esposo

para luego muy celosa otra vez, volver a lo mismo.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Libro: http://goo.gl/YYLd72
Correo: [email protected]
Twitter: @poreros
Imagen: De Google

  • Autor: EROS (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de octubre de 2015 a las 10:57
  • Comentario del autor sobre el poema: Cuando las dudas, los celos, se vuelven una obsesión...
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 136
  • Usuarios favoritos de este poema: Isis M, María C., alicia perez hernandez
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios4

  • Isis M

    Ahhhhhhhhhhh benditos celos!
    Alguien me ha dicho que benditos para no decir la horrible palabra que merecen (sonrisas)....y dime Divino...crees que si no son OBSESIVOS pudieran ser saludables?...jajaja
    HERMOSO POEMA, MAESTRO...
    He escuchado historias casi igualitas y parecen pesadillas, más que historias.
    Besos de viernes
    Yo

    • ALVARO J. MARQUEZ

      Los celos, si no son excesivos, no son malos, el problema es cuando se vuelven obsesivos. Un beso.

    • Alexandra L

      Excelente presentación de los celos Alvaro, en verdad son terribles, de parte y parte, y se convierte en la tumba del amor, porque si dejas de confiar, todo esta perdido.

      Un feliz fin de semana, Alex.

      • ALVARO J. MARQUEZ

        Hola amiga, tú lo has dicho, de ambas partes. En mi poema la celosa obsesiva es ella, pero ciertamente, hay hombres que también actúan de esa forma. Un abrazo.

      • María C.

        Todo, todo en su medida justa, celillos, pocos, sencillos, muchos llegan a ser obsesivos y malignos.
        Muy bueno Álvaro.
        De eso nunca he tenido, otros DEFECTOS, claro, no lo niego, pero CELOSA jamás he sido.

      • David Arthur

        Muy bien plasmado tu poema Álvaro. Los celos hasta una erección, que a propósito tenemos varias veces mientras dormimos, no por sueños eróticos sino por funcción normal del hombre. Seguramente has notado una u otra vez jajajajajaja.

        Un abrazo amigo,
        David



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.