Fue una linda gitana,
primera novia mía.
Labios de porcelana,
niña en la judería.
En su aliento yerbabuena
puse versos mojados.
Pensaba era sirena,
fue gata en los tejados.
Quería prender fuego
al prado de amapolas.
Para mí, sólo un juego,
ella, toda, mar y olas.
Entonces, aun chiquillo:
un patín de madera
y aquel rubio flequillo
en la puber lindera.
Laberinto curvo, ella,
como un sol encendido
que en el azul destella
de un ángel suspendido.
No sabían mis manos
de senos ni de flores,
eran dedos profanos,
de trémulos temblores
Se cansó de la espera,
de palabras de crío;
se apartó de mi vera,
¡ pues mis velas arrío !
Fue una linda gitana,
primera novia mía.
Labios de porcelana,
niña en la judería.
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