En aquellos años enganché mi vida a un ostracismo deliberado
Y entre juegos vanos, entremezclé mi alma con témpanos de hielo
Y caminaba garboso por aquel viejo jardín perfumado
Muy distante del mundo y de mis propios anhelos
Y advertí una rosa espinada en medio del rosal…
Tenía una mezcla absurda entre cactus y azucenas
De margaritas, de lilas de bonches o de rosas
Vegetaba entre formas radiantes y difusas
Cubriendo su cuerpo con penumbras que se me hacían inciertas
Y mi andar se convirtió en hospicio…
En aquel retozo irracional puse mi pie en su tallo, en sus pétalos y sus hojas
Y empecé a amarla cada trazo
Sintiéndome su dueño en cada beso, en cada abrazo
Por que arrancaba de mí, las congojas
Quise llevarla conmigo como quien guarda un secreto
Con un sigilo imperturbable y muy mía
Pero la sentía ahora libre de esperanza y miedo
Llena de ayeres de sueños sórdidos y mucha lejanía
En aquellos días expuse mi vida a un ostracismo deliberado
Y entre juegos vanos, entremezclé mi alma con témpanos de hielo
Y camine garboso por aquel viejo jardín perfumado
Muy distante del mundo y de mis propios anhelos
Y advertí una flor espinada en medio del rosal…
Emanando un fuerte aroma de rosas rojas
No supe que era, pues estaba cubierta de espejos
Pero alejo de mis las congojas
Permitiéndome ver mi reflejo
Y allí quedó…
- Autor: Luis Gomez Montes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2015 a las 12:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
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