Sangre oxidada...]
Eran las calles saladas fundidas en la interacción con el olvido;
una distancia más allá de la distorsión de los ecos
y las voces que he olvidado,
el silencio, y el árbol torciendo el peso del cielo,
entre ese alcance deprimente del pavimento
zurcido en ese firmamento quebrado
-maquillado por los ángeles cayendo,
como puntiagudas lágrimas, anudan la zozobra
de la frecuencia
intentando marchar
de la garganta
en un eco pluralizado pudriéndose en ruidos,
me llamaste melancolía...,
cuando cruce la lluvia con mi tez de partida
amarrándome la discrepancia de la cardiopatía
en ese derramamiento de los hechos acotados en el sufrimiento
que he llevado tatuado en mi pecho,
haciéndose cada vez más profundo
hasta la profundidad de mis entrañas,
hasta la conexión con mi alma,
en esa soledad que llevó dibujando
en esa mirada pálida y frágil,
que se envenena en el luto de las sombras,
y..., es contraste
con la devastación de la hambruna que yace picada en las costillas disecando los latidos que alguna vez fueron ecos de la naturaleza y conexión con el universo...,
-y- [en esté secuestro[ no ] es nada más
que un intervalo
entre la muerte
y la vida que he exiliado de la carne y el cuerpo
a mi "amén" y un sueño...,
es el oleaje de una fuente
donde ha sido tirado el cádaver
y todo un contexto fúnebre...,
de gaviotas cayendo en la tinta...,
y emergiendo como cuervos
vomitando los ojos de un desnutrido enfoque con el futuro
que se abrevia en un delirante verbo...,
[asesinar los astros]
[recortar sueños]
[agredir la vida]
[mi piel]
-quitarla de ese altar
donde se ha sacrificado el lamento-
- Autor: Joel Parra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2015 a las 02:02
- Comentario del autor sobre el poema: Mi poema es totalmente de reflexión, yo suelo ver como los católicos suelen persignarse con una cruz invertida al cielo, sé que es una tradición, ya que yo pertenezco a esa iglesia..., y mis padre lo son aún más, ya que son ultracatólicos, quizás sea una especie de oveja negra por pensar diferente..., pero desde ese humano que entiendo, recordar la muerte de un salvador, revolucionario y filósofo desde el punto de la lástima y el dolor, es profundizarse en algo que la paz no entiende todavía..., sí las personas le hicieron a un lado, dejaron que sufriera, y cuando ellos sufrían de la misma manera, quisieron que él les salvará..., pero es tarde..., porque esa salvación no cae del cielo, sino que vive en la transparencia de la confianza y en la cercanía del semejante, como un vínculo o un lazo, aunque esas personas nos hagan daño..., es la creencia y la fe, en que podremos tolerar lo intolerable y amar al enemigo, como también sentir su dolor y renovar éste..., para que la luz brille opaca en la paz, y derrumbe la oscuridad en esa esperanza que tenemos al querer que el sol brillé como por primera vez..., en esa inocencia y pulcritud de aún ser hermanos y vivir en esa paz que quité la soberbia e inunde de humildad el lamento de los caídos... Gracias por leerme...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: PETALOS DE NOCHE, Gotitha de miel (Yoki)~BAR LITERARIO, Edmundo Rodriguez
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