Sangre oxidada...]
El cielo está escarlata, la pasión en las alas del firmamento...,
la naturaleza se manifiesta en la distancia del paisaje...,
un óleo que extingue lo distante del horizonte en manchas...,
en la sonrisa del alma que hace vibración junto a los ecos del pecho...,
ante tal muestra libertaria de la sangre derramada en el cielo...,
y la incesante galería que se maquilla en los tejados con fuerza...,
atrayendo las sombras, fugitivas ante el robo imprudente de oscuridad...,
a la noche que sale en busca del combustible depresivo de los muertos...,
trastocando la lira muy dentro de sus entrañas, el sentimiento olvidado...,
en la distracción contemporánea de los soñadores de antaño...,
que escupen verborreas baratas acerca del Poeta y su poesía...,
en los altares de iglesias demolidas ante el acecho de las hienas...,
que rién con agravio ante la matanza de sus propios hermanos...,
¿Dónde han quedado los cadáveres, asesinando a su carne y sangre?
bajo estamentos del cielo, que hoy se visten de un flujo sanguíneo...,
tan especial como espacial hasta penetrar los latidos del universo...,
en esa herida que hace vibrar los astros bien fundidos en el pecho...,
¿Qué es de un Poeta sin su identidad y sin su humildad?
que ante los ojos del crepúsculo se cierran en un profundo luto.
- Autor: Joel Parra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2015 a las 02:11
- Comentario del autor sobre el poema: Para mi el crepúsculo es lo más divino, y es una perfección que aún no se puede pintar en un óleo con su sana perfección y equilibrio, y pues, son pocos los poetas que tienen tal destreza, y aún más, son menos los poetas que tienen tal destreza y se manifiestan como la naturaleza, con sabiduría u equilibrio..., sino que se cierran en un profundo luto, se duermen en su ceguera creyendo ser lo únicos luceros del universo...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: PETALOS DE NOCHE, Gotitha de miel (Yoki)~BAR LITERARIO, Jorge H. Ramirez, genio miserable, RIVAS JOSE, Edmundo Rodriguez, El Hombre de la Rosa
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