Los segundos gotean en las viejas agujas.
La corrupción avanza, siempre al mismo final.
Y detrás de los párpados amarillos del muerto
el usual cinematógrafo cotidiano
ha quemado la cinta y ha roto el cristal.
Ya no suenan las voces de los viejos amigos
en las cavernas huecas de inútil oquedad.
Se ha detenido el tránsito en las venas vacías.
Inconcebible humor desperdiciado...
Se derrumba el castillo, no sin solemnidad.
¿Qué mirarán ahora aquellos viejos ojos
desprovistos de vida, despojados de luz?
Tal vez llegó el momento de la mirada ajena.
Tu tiempo ha terminado, anciano.
Ya ha de cubrir la tierra tu inválida testuz.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2015 a las 00:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 143
- Usuarios favoritos de este poema: SoledadGabriela
Comentarios1
tu tiempo ha terminado.. grita el poeta... y llega a la ventana de mi casa, haciendo recapacitar al vecindario... que hay un tiempo... y un final.....
Tal vez, cada final lleve implícito un principio......
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