Dardos horneando su empeño,
virutas turbando el bulevar.
¿Qué habrá detrás del pañuelo?
¿Cuándo gané su frialdad?
Saco tajada en los recreos,
englobo su dignidad.
Indecisa en sus paseos,
dolencia y calamidad.
A deshora llega el denuedo,
agotada le veo avanzar.
Raudo y sin miramientos,
mírale que fuerte va.
Y yo pendiente del texto,
nunca he sabido ordenar.
Ambigua y con agujeros,
me gana hasta en soledad.
Él que resbala risueño,
malgasta y ahorra su afán.
Yo que si pierdo no encuentro,
de vicios me suelo empañar
Permuta sin mucho enredo,
domina tanto el olvidar.
Yo si aterrizo no emerjo,
no tengo poder de ignorar
Verás que de esta no aprendo,
verás que si le veo estrenar,
caducaré en sentimiento,
y firmaré otro final.
Pronto le veré contento,
y lamentaré mi paz.
Aceptaré dos inviernos,
antes de poder brillar.
- Autor: Olivera Dayana ( Offline)
- Publicado: 27 de octubre de 2015 a las 15:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: FENIZ
Comentarios1
hermoso gracias
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