Mujer, mi noche y poesía.

Me gusta tanto
cuando te vuelves poesía
entonces te encuentro
y es bendición
si la noche es fría.

Escurre tu cuerpo
entre mis dedos
y haces hogar
en este folio.

Y te beso.

Aquí y allá.

De tu boca a tu sombra,
de tu cabello hasta el alma.

Tirando de cada verso
que forma tu vestido
tomando atajos
que nos lleven al infierno en un suspiro
y con el viento
en un parpadeo.

Me gusta tanto
cuando te vuelves noche y estrellas
y a letras
te dedicas a coser mis heridas.

Cuando tus lunares
aprisionan mis caricias
¡que locura amada mía!

Mi soledad
se convierte en batalla
hasta que se me acaban las palabras
entonces me tomas,
haces nudo mi mundo
y me quieres con tus ojos
cuando tu lengua se ocupa de mi boca.

Por que tú eres tuya
y a veces mía
amo cuando te conviertes en mi poesía
y tus labios acaban con la monotonía
de toda mi caligrafía.

Cuando con tus besos
ofendes mi silencio
y rompes mi noche
con el brillo
que provoca tu rose.

Me gusta tanto
cuando te vuelves poesía
entonces te encuentro
y es bendición
como esta noche
que no alcanzará
vida mía
para hacernos el amor.