pronto vendrá la noche
y hace falta olvido
pequeña aguja de cristal
mi amor
quiso izarse
en el agua
a veces un toque de seda
sólo por eso
pregunto a todos si el corazón duele
o sus pulsos lo condenan
pregunto y dicen que sí:
su mirada amordazada de corazón
su boca ciega sangrando
visiones
entro a una sala vacía
es el cuerpo de un animal viviente
que intuye su hallada borrasca
rondan los solitarios los mastines
aquí la cosa sucede:
en lo más inesperado
en el momento más salvaje de la sed
(cuando nos bebemos el rostro)
mi cabeza desmontada queda colgando
entonces el poema claudicante
se diluye
G.C.
Direc.Nac.del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2015 a las 17:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, EstrellaMarina
Comentarios2
Es una pena -mi pena- que no haya tenido ningun comentario.
Por supuesto, agradezco a todos y todas los que han elegido mi poema para llevarlo a "Favorito."
G.
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