He aquí:
Camino detrás de mi sombra
a lado de mi jaula,
con los ojos en blanco
como una profecía
destino mi cuerpo
a la maldición del verso.
Y si el laberinto soy yo:
Me busco para perderme
me encuentro perdida,
y los vocablos que amordazan
y las palabras de puntos finales.
Y sigo detrás,
erudita salvaje de mi huída.
Y me llamo, con una voz ronca
me canto una nana dulce
cubro la verdad con flores blancas
y si llego, y si me encuentro
oh grande mentira
oh anciana con flores negras
ya no seré más este entierro
Como una pesadilla
me desvanezco
como un sueño de realidades
soy héroe de mi tragedia
soy mi veredicto
soy...
Y si callo
y si me arrojo fuera de mi memoria
el amor.
Y las palabras ya no son el único devenir
y las palabras...
- Autor: Sara (Bar literario) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2015 a las 01:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: shoss, Donaciano Bueno, Beatriz Blanca, Ringo Stax, PETALOS DE NOCHE
Comentarios3
Comprendo lo que ahora dices; pero no encuentro palabras que comenten tu delirio.
Un abrazo.
"Con una voz ronca me canto una nana dulce". Poe-tico.
Grata lectura.
Saludos.
Ustedes últimamente juegan mucho con las figuras literarias...,
es extraño éso...,
aprender que existan..., que existen,
se extrañaba éso...,
antes me preguntaba sí el escritor al exponer las emociones sean cuales sean, se derramaba o existía, o simplemente volvía al dolor..., o escapaba de él [como Ale], o quizás el ser tenía la necesidad de crear, de perfeccionar, de volar, de viajar, en lo que tiene, a pesar de que lo tiene cerca, está lejos, muy distante..., por ende el viaje es imposible, pero aún así el poeta busca la respuesta, con ello la evolución, con ello la perfección como el mal de cualquier artista,
que puede estar envenándose con el tiempo
y las madrugadas imprimidas en los parpados
y el sueño perdido en el acto...,
es intrigante...,
pero tu poema se llama melancolía...,
no me he adentrado dentro del amor de una mujer, pero su melancolía es excitantemente poética, por ende, no imagino imaginando en play como debe ser el amor de la mujer cuando vuela y se arroja en caída libre sobre un papel estrujando la sangre del poeta...
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