A través del vidrio, la ciudad late
con sus propias urgencias
personas y vehículos
mueven sus destinos.
En tanto una paloma
parada en la cornisa, mira
como un suicida inminente
que calcula el salto final.
Apuro el café
y cuidadosamente miro
quizá por última vez
la ciudad... y mi vida.
Como esa paloma
parado en la cornisa
como un suicida
miro a la gente llevar sus destinos.
El vértigo, invade mi razón
y me aferro al espanto
a la fuerza de vivir
a esa paloma, que regresa.
A mi lado, me mira
y los dos miramos
a la gente, abajo
cada una con su sombra.
Arriba un cielo...
sin nubes, azul
infinito de medidas
fuera de escalas.
La paloma me abandona
con seco ruido de alas
y yo regreso
a tomar otro café.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2015 a las 08:40
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 63
Comentarios2
Que bien describe la realidad humana sin saber que buscar en sun afan sin sesar. Amigo Esteban.
El laberinto del pensamiento, continuamente escapa de la realidad convencional, creando sus propios mundos
Un abrazo
Esteban
La vida es un laberinto con infinitos cadáveres caminando por la cornisa de la vida. Buscando algo que no se sabe donde encontrar.
Surrealismo existencial amigo.
Que el día te depare paz y serenidad. Saludos.
Quizá el mayor de los surrealismos, es querer "finalizar" ya y ahora, llevándose las experiencias propias, como si no tuvieran relación con las de los demás. El suicidio, es un fracaso de la esperanza, distinta es la inmolación, asunto mas complejo y raro.
Tus deseos, serían difíciles, hasta para Buda, en este contexto.
Pero así y todo..., que lo mejor sea con nosotros.
Esteban
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