Existía una isla desierta llamada Fultra. En Fultra vivía una anciana con una niña, que era su nieta, de siete años. Llamada Florita. En la isla desierta hacían una carrera que se llamaba, “Una Corrida Más”. En esa carrera participaban todos los menores de diez años. Para poder ganar un viaje al exterior y poder salir de la isla imaginaria. Se corría en verano y Florita quería ganar esa corrida para salvar en salud a su abuelita. La isla se llenaba de productores de eventos para poder entrenar a futuros corredores de la isla de Fultra. La niña, que era una niña ágil y hábil en su dominio de pies, entrenaba a las afueras de la isla, en la orilla de la playa, para poder ganar el evento de… “Una Corrida Más”.
Se fue el tiempo y llegó el día para participar en la carrera y Florita estaba lista para ganar. Florita tenía un pensamiento único que no hacía que la niña mirara hacia el lado. Y ese era que... “si eres fuerte como el roble vencerás hasta a una piedra”. Y se fue a correr, mientras se preparaba hacia la carrera más famosa del pueblo, donde unos competían, uno ganaba y otros perdían. Florita en su afán de ganar la victoria, mira el reloj que marcaba la hora exacta de 1:45 de la tarde, a quince minutos para las 2:00 de la tarde. La carrera siempre era a la 3:00 de la tarde. Pero, esa vez un hechizo en sus ojos se posó. Florita que era demasiado astuta creció en una isla llamada Fultra donde se podía creer en los hechizos de la isla desierta. Se decía que en la isla, una vez, hubo un fuego agonizante y aterrador, que se llevó a todos, al quemarlos vorazmente. Y es por eso que el siniestro fuego, los llamaba la isla desierta e imaginaria. Todos eran imaginarios, aunque la niña supo que el fuego se originó a la 1:45 de la tarde. Por eso, es que la niña observa el reloj. Mientras que la vida pasa y pasa más, velozmente, porque ella se convierte una ganadora de… “Una Corrida Más”....
El evento comienza con una carrera super veloz. Ella no mira hacia su lado derecho e izquierdo, porque no cree en la competencia, cree en ganar solamente. Y Florita sin temor ni miedo se abraza triunfante por haber ganado “Una Corrida Más”… Y todos felices y alegres hasta su abuelita, por haber obtenido el triunfo de la carrera más importante del mundo y de la isla desierta llamada Fultra. El productor le confiesa que…”nunca había visto unos pies voladores como los tuyos”. Florita, contenta porque sabe que va a salir fuera de la isla de Fultra con su abuelita, se alegra mucho y mira el reloj otra vez y dan las 3:45 de la tarde, quince minutos para las 4 de la tarde. Y por la noche, su abuelita le cuenta la verdad, porqué sus padres no están con ella en la isla desierta. Y la realidad cuenta así, que cuando sus padres salían de viaje era a las 2:00 de la tarde, en el momento del siniestro fuego y adelantan el vuelo y salen airosos del trágico momento. A la niña, al otro día, sale su vuelo hacia el mundo nuevo que le esperaba, y soñó tanto que un día volvería a ver a sus padres, pero, fue inútil, porque cuando salía ella a la 1:30 de la tarde, otra vez, la isla desierta quedo imaginaria por un torrente de maremoto que se originó y y ella miró el reloj del pueblo y eran la 1:45 de la tarde, y volvió el hechizo a la niña de siete años, siete años desde que sucedió el siniestro fuego. Miró a su alrededor y no vio a nadie, y fue que nunca dejó de mirar el reloj……...
Fin
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2015 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosa muestra de tu talento literario amiga Emyzag...
Un placer leer tus lindas letras.
Un abrazo de sincera amistad.
El Hombre de la Rosa
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