*
Siguió las huellas de otros caminantes
que ya hicieron caminos,
escuchó historias de nobles amantes,
y otras, de harto mezquinos.
Se alimentó en posadas malolientes,
durmió en sucios camastros,
en habitaciones nada calientes
y otras veces bajo astros.
Por haberse embarcado en la cruzada,
no pronunció lamento,
y siguió por la senda ya trazada
recitando contento.
Tomaba apuntes, según su avanzada,
y al final del camino,
contó al mundo la meta, ya alcanzada,
no sintiéndose muino.
*
P. D.
Serán otros andantes,
quienes, siendo los seguidores, de huellas,
cual nuevos caminantes,
han de contar, nuevas historias bellas.
*
Madrigal al caminante
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