Poseído.

Cecilio Navarro

 

 

Se acerca sigilosa en el silencio

de las noches,

y enciende las neuronas que deslumbran

las razones.

 

¡No!   Otra vez no. ¡Basta!

 Hasta hace poco, eras una desconocida para mí.

¿Cómo has podido introducirte de esa manera en mi vida?

No me interesabas en absoluto; nunca me has interesado

aunque te cueste creerlo.

En mis estanterías se acumulan los escritos de mis amigos sobre ti

y no encuentro nunca tiempo para leerlos. 

Y eso que me gusta leer, y escribir,

 siempre me ha gustado

pero tú, tú no estabas en mis preferencias, me pasaba…

lo que le pasa a casi todo el mundo, que suelen ignorarte. 

Bailaba con otras músicas y plasmaba negro sobre blanco,  sin orden ni concierto, todo aquello

que llegaba a mi pensamiento.

Informes económicos, novelas cortas, largas, relatos, microrrelatos…

Hasta que un día… algo abrió mis ojos.

Buscando la forma para encuadrar un relato corto…

 y ¡Oh!  Mi asombro infinito, la formula exacta

en el formato de un soneto.

Sí, allí estaba lo que buscaba,

lo idóneo para expresar una historia corta:

La primera estrofa

para describir el personaje,

la segunda y la siguiente

 para desarrollar la trama,

y con la última, el desenlace.  

Y si hay que enfatizar el final… estrambote y mofa. 

Y así comenzó todo, con naturalidad. Comprendiendo

que la Musa llegaría con  la necesidad de la expresión artística

junto a una idea o a una historia por contar.

Y tomé una decisión. Una decisión seria y determinada.

Adquirí el compromiso

conmigo mismo y con mi familia

de conocerte.

Consciente de la necesidad de autodisciplina,  hasta me puse unos objetivos ambiciosos;

 la cifra de cincuenta bailes contigo.

Inabordable para un principiante.

Pero hoy, ya van más de cien y el encanto prosigue.

Comencé a bucear por las procelosas aguas de tus mundos sumergidos.

Me acerqué a los puertos de mis compañeros del Alma

y bebí en sus cuencos del néctar agridulce de sus trovas.

Y fui consciente de la alteración de los vocablos cuando hablamos con naturalidad,

y observé que esas vocales que se juntan hablando, son una figura llamada sinalefa,

y su contrario el hiato.

Y que grandes maestros usaban y usan otras licencias como la sinéresis, la diéresis y otras muchas en desuso.

Y comprendí la necesidad de la métrica para la construcción de los ritmos

porque, de la colocación de las sílabas tónicas

depende la armonía y la belleza musical, dotando al poema de un ritmo melódico, enfático o heroico.

Capté el momento adecuado para la media coma

y traté de interpretar el doble sentido de la metáfora

utilizando el lenguaje de los chiquillos. 

Y comencé a perder el miedo a las palabras raras.

Puse en contacto palabras de sentido contradictorio

para evocar nuevos significados:

oximorando. 

Busqué la mirada impresionista con la sinécdoque o el pandemónium

uniendo palabras de distintos dominios sensoriales en la sinestesia,

y con el flash back, comenzó la locura,

pues de noche, convertida en versos, me asaltas

agolpándote en  mi cerebro.

Versos compitiendo  unos con otros por salir a flote,

por ser retenidos

hasta la mañana siguiente,

para no caer en el olvido antes de no ser nada.

Explotando en los contrastes,

amontonándose los recursos,

borrándose los recuentos,

una y otra vez.

Así toda la noche,

en locura permanente,

en una posesión

diabólica… 

contigo.

Con la poesía.

 

Cecilio Navarro.  29/10/2015

 

 

  • Autor: Cecilio Navarro (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de noviembre de 2015 a las 08:02
  • Comentario del autor sobre el poema: Amigos míos, me he dado cuenta de que necesito un respiro, desintoxicarme. Un abrazote grande, muy grande para todos vosotros.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 49
  • Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, Maria Hodunok., María C.
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Comentarios +

Comentarios6

  • kavanarudén

    Amigo querido.
    Cuànto te comprendo, cuànto te entiendo.
    Ya somos dos a los cuales nos ha seducido de tal manera que no sé qué hacer, lo peor es que no quiero hacer nada.
    Un abrazo y mi admiraciòn de siempre
    Kavi

    • Cecilio Navarro

      Mejor no hacer nada amigo jaja, veremos a ver cuanto aguanto yo en el Centro de Desintoxicación .
      Un abrazote.

    • Maria Hodunok.

      La poesía, la musa infinita de todos.
      La que nos cambia la vida, la que nos deja sin dormir.
      Poeta, que bién has hecho la descripción.
      Me uno a tus palabras.

      Cariños del alma.

      • Cecilio Navarro

        Gracias María. Un abrazote grande

      • John morales

        Vaya posesión poética has tenido amigo, la poesía es algo que a veces nos supera y no sabemos quéhacer?
        Necesitas un respiro, hazlo...

        Saludos

        • Cecilio Navarro

          Estoy respirando fuerte, fuerte, fuerte, para acabar pronto con la desintoxicación jajaja. Abrazote.

        • Carmen Ubeda Ferrer

          En esas estoy yo, Cecilio, que quiero " desintoxsicarme " pero estoy atrapada.
          Muy bueno y explicito tu escrito.
          Un abrazo de

          Carmen

          • Cecilio Navarro

            No sabía yo lo difícil que era esto de desintoxicarse Ufffff 🙂 🙂 Abrazote grande.

          • joanmoypra

            Difícil desintoxicarse
            de esta droga placentera,
            pues no necesita cartera
            para otra dosis pagarse,
            solo una pluma certera
            y papel donde explayarse;
            ¡Que bueno todo el mundo hiciera
            poemas con los que drogarse!

            De lo tuyo poco te puedo contar,
            tan solo que eres un: ¡Gatoman!

            Un abrazo desde la Mancha de:
            joanmoypra

          • María C.

            DIFÍCIL veo desintoxicarse de esa BELLÍSIMA ADICCIÓN,adelante con ella siempre Cecilio.
            Muy hermoso tu poema
            Un abrazo y que te vaya bien el retiro, regresa amigo.



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