COSAS DEL DESTINO
Ella nunca fue consciente de que lo amaba. "Somos amigos" solía decir.
El día que vio su cuerpo tendido sobre el asfalto, cubierto por aquel plástico brillante, sintió como la Tierra temblaba bajo sus pies, y entonces, lo comprendió todo.
Incapaz de hilar un solo pensamiento coherente, y manteniéndose en pie a duras penas, dio media vuelta y encaminó sus pasos hacia la playa, esa playa que durante años había sido testigo de sus mutuas confidencias.
Sentada sobre la fina arena, con la mirada fija en el horizonte, mirando sin ver, permaneció completamente inmóvil durante horas. Sólo escuchaba el murmullo de las olas, en el que le parecía oír su risa, su risa suave y contagiosa, que tantas veces había alejado sus penas y alegrado su alma.
Al sentir el abrazo de la noche, como movida por un resorte, de repente, se puso de pie.
A la mañana siguiente, nadie pudo entender, cómo una experta nadadora había podido morir ahogada en un mar en calma.
Cosas del destino, dijeron...
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Autor:
jarablanca (
Offline) - Publicado: 5 de noviembre de 2015 a las 04:56
- Comentario del autor sobre el poema: Bueno, escribí este cuento, que es el primero y creo que será el último, pues creo que en esto no soy ni siquiera regular. Ya que lo escribí me atrevo a publicarlo porque me gustaría saber vuestra opinión. Os pido perdón de antemano por los errores y por mi atrevimiento. Gracias por leerme. Besos y feliz día.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Donaciano Bueno, María C.
Offline)
Comentarios4
Igual que Tuki, me impactó tu cuento. A mí me mantuvo pendiente del desenlace...
Y claro, cosas del destino dijeron...
Bello
Saludos
Gracias, jonh. Me alegra que te guste.
Saludos.
Precioso cuento de amor..me hubiese gustado seguir leyendo ..que hermoso!!! y que triste a la vez
Un abrazo
LOLA
Muchas gracias, Lola. Me alegra que te guste.
Y, sí, es muy triste.
Un abrazo y feliz finde.
!Cuantas veces sucede! El amor que se confunde con la amistad, Cuando se entiende, es demasiado tarde.
Sí, aveces es demasiado tarde.
Gracias por tu siempre grata presencia.
Un abrazo.
Sigue escribiendo cuentos, poesías todo lo que tu alma te dicta, pues es muy bello lo que leo
Un abrazo...ah a veces me lío también, pero nos desliaremos poetisa con paciencia.
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