Sigo tus pasos…
Me enorgullezco con tus logros;
siento como propios tus fracasos;
palpo tus alegrías como esa tierra mía.
Huyo de la altivez,
que hunde sus pies en el fango de la envidia.
Mi corazón es como la mies;
desconoce la vejez y la cruel insidia.
La amistad no engaña, ni es lisonjera;
brota ferviente del interior
con admiración sincera,
que ve al amigo como un bien mayor.
La amistad no conoce la derrota;
persevera tenaz en las alegrías
con firmeza pétrea y devota,
mientras llora ante unas manos vacías.
La amistad no conoce el tiempo;
junto a ti, mi silencio se hace eternidad;
junto a mí, tus segundos fluyen como el viento,
cuando compartimos risas de una era solaz.
La amistad no conoce de colores;
solo ve en el otro un corazón afín,
que ennoblece su camino con amores,
en un diálogo de excelsas almas sinfín.
- Autor: Isabel Anhara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2015 a las 03:43
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 418
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, nelida moni
Comentarios2
Un hermoso himno a la amistad.
Particularmente me siento muy orgulloso de contar con tu amistad amiga.
Un fuerte abrazo de mi parte.
Bendiciones
Kavi
Gracias, Kavi. La amistad, ese hermoso sentimiento que nos hace compartir alegrías y tristezas, respetando siempre a la otra persona; su forma de ser y de sentir. Es algo único que se da sólo entre los humanos y nos enriquece. Me alegro de tu visita por estos lares. Un placer, amigo, compartir contigo mis versos. Un abrazo. 🙂
Sin diferencias, solo buscar los tonos
de semejanza, bello
Gracias poeta
Mi afecto Nélida
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