Despeñado en el acantilado
de tu distancia
ha quedado el recuerdo
de aquel día
que robé de tus labios
mi nombre.
Implorando miraste
mi boca sin palabras
solo al llegar
a los ojos
te enteraste
de mi verdad callada.
Entonces los dos
en abrazo desesperado
agobiado de ausencias
atormentado de soles rotos
por nubes negras
y mezquinos pudores.
Una y otra vez
el ritual opaco
sincrónico, malvado
de tu mano y la mía
despertando anochecidos
fulgores, apenas eso..
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2015 a las 09:56
- Categoría: Amor
- Lecturas: 50
Comentarios1
Cuando los sentidos son más fuertes que los sentimientos, todo se torna fugaz en medio de los destellos anochecidos. Un poema brillante.
Saludos, buen sábado.
Gracias, por tus palabras, que han sintetizado los amargos versos escritos.
Hay veces, que la vida queda atrapada en rutinas desesperadas.
Mis saludos de sábado.
Esteban
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