Oh!, sucesivas marionetas mías
¡Oh!, senderitos azulados tuyos,
tan azabache intensamente frías
sí, te lloré en mi corazón de arrullos.
Melancolía que murióse en gozo
tabúes brunos por aquestos modos
después te marchas golpeando codos
y, lo demás cayóse de sollozo.
De mi escarpín encaminado al yermo
dejé camino en mi sustancia enfermo,
como un hereje condenado al duelo;
¡Pobre de usted! moralidad escueta
perseguirá velocidad asceta
cuando partiera duplicado el cielo.
Derechos reservados de autor
David John Morales Arriola.
- Autor: John Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de noviembre de 2015 a las 07:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Donaciano Bueno, rosamaritza, Jareth Cruz, Alexandra L, David Arthur, María C.
Comentarios2
Gran dolor y melancolìa, me transmitio este poema, tras un solitario sendero, mi querido John
abrazo y beso de rosamary
De acuerdo completamente, manejas la técnica, la pluma con excelencia.
Un saludo cordial
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