La cotorra verdecita
preguntaba cada la mañana
-¿Dónde estás Julita?-
A su regreso de la escuela
Julita, liberaba a la enjaulada,
-¿Dónde estás Julita?-
Quiero galleta y limonada.
Julita la mecía
una canción le enseñaba,
más el ave sin progreso
entonaba la misma melodía.
-¿Dónde estás Julita?-
Ella esperaba su regreso,
vamos a dormir la siesta
hoy no quiero cantos ni gritería,
Julita…le decía, hoy no quiero fiesta.
Una mañana, el silencio…
¿La cotorra, aún dormía?
Julita, al regresar de la escuela
quiso liberar la enjaulada,
más en el piso de su jaula…yacía
la cotorra verdecita.
- Autor: Lissi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2015 a las 20:42
- Comentario del autor sobre el poema: Continuando con el tema de mascotas, aquí otra historia de la cotorra de Julita. Una araña, un alacrán o una avispa, no se sabe a ciencia cierta cuál de estos bichos la atacó y la mascota verdecita murió...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 270
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, DELICADA ABRIL
Comentarios4
Que mala has sido
yo cría que una larga
vida tendría la cotorrita
, para contar de Julita
todas sus correrías,
ahora ya fenecida
se pierden las esperanzas
que la pájara en confianza
diga lo que Julita hacía.
Un abrazo con mi sentido pesame, jajaja.
Te diré que la cotorra vivió mucho tiempo. Hasta aprendió a jugar a las muñecas con mi hermana Julita. Aprendió varias palabras y cantaba la misma tonada, bailaba en una pata cuando veía a mi hermana regresar de la escuela, pero algún insecto venenoso llegó a la jaula en una obscura noche y al día siguiente fallecida la encontramos.
Mi hermana la quería tanto y la guardó en el congelador por varios días, y como yo estudiaba química, la disequé y guardada se quedó por muchos años en el cofre de recuerdos de mi querida hermana. Hoy ella quiso que unas letras yo le dedicara.
Gracias por tu lectura y espero verte en mis otras historias de las mascotas que hemos tenido.
Saludos
Ciertamente, suelo decir, que las aves en especial, son ángeles castigados del señor, por eso su paso por la vida suele ser breve, salvo algunos loros, como los guacamayos que viven muchos años, (que mal se habrán portado no?) La verdad que todos aquellos que tenemos y hemos tenido siempre mascotas. sabemos que ha pesar de todo, ellos tienen su pequeña pero preciosa alma. yo L.M
Así es, las aves suelen ser tan efímeros seres y más cuando se les ataca de por gusto. En casa tenemos un patio grande con un árbol también grande y se llena de pájaros por la tarde y muy tempranito la fiesta se arma antes de abandonar sus ramas.
Gracias por tu lectura
A Ud. Gracias su excelencia:
Por tener la graciosa deferencia, de responder a mi comentario.
L.M
Ohhhh ecita
Pobre la cotorra verdecita.
Esos animalitos de los cuales nos encariñamos.
Un placer leerte Lissi querida.
Un abrazo
Kavi
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.