El tiempo que inexorable nos empuja día a día,
hará con los dos una historia de tristezas o alegrías.
Solo debemos dejar que él mismo así lo resuelva,
lentamente construirá nuestras vidas como quiera.
Si por ventura escuchara nuestro agónico pedido,
seguro que cambiaría y sería otro el camino.
No hay quien pueda ya torcerlo marcado está el recorrido,
transitemos el presente y no volvamos atrás
pues eso… es tiempo perdido.
Ni tampoco apresuremos ya ni tu paso ni el mío,
vivamos intensamente lo que hoy y aquí sentimos.
No habrá más recompensa que gozar de lo sentido,
ni tampoco habrá más luz que la de un cigarrillo.
Caminemos los dos juntos ese es el gran desafío…
sin otro simple equipaje que tu cariño y el mío.
Planifiquemos el día que eso, ya es atrevido…
qué nos importa lo que viene si el hoy aún no es vivido.
Procuremos no perder ni un minuto sin motivo
apretemos nuestros labios así... con beso mordido...
Echemos cara al amor sin temores ni martirios
desenfrenados los dos hasta llegar al delirio.
Mantengamos las miradas sin importar el castigo
que tal vez hemos ganado por tu pecado… y el mío.
Y si esto es pecar... entonces pequemos como dos niños
que no ha de ser tan pecado aquello que es tan sentido.
Ni tampoco será tan grave lo que nos toque en castigo
pues nos van a comprender y si no... habrá de ser el destino.
Por eso haré que tu encanto sea mío... solo mío...
y ni el tiempo ni las gentes impedirán el camino.
Mario Ranero
- Autor: Mario Ranero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2015 a las 00:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
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