Cuando nuestras miradas se cruzaron
algo mágico ocurrió.
Mi corazón algo sintió.
Y no solo él, fue todo mi ser.
Me enamoré, no lo podía creer.
El tiempo maduró, y todos los días te veía.
Pero esta maldita cobardía
me hizo alejarme de ti cada día.
Prefería no tener vergüenza;
pero vergüenza de que;
ahora que uno lo piensa,
más me valía tu amor
que este profundo dolor.
¡Mira! Que desgracia para mí,
yo solo y desolado
y veo por ahí pajaritos enamorados.
Pero ¿Quién sabe?
Si hubiera cambiado mi actitud,
mi corazón hubiera tenido mejor salud.
Ahora amigos,
aunque no estoy muy viejo,
les voy a dar un consejo.
Lo que sienten ahora
demuéstrenlo ¡ya!
El tiempo no les da chance
y se va a acabar.
- Autor: Caballero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2015 a las 23:58
- Categoría: Triste
- Lecturas: 77
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