Mi padre,
hombre forjado a fuego;
de rostro noble, enjuto
como el Hidalgo de la Mancha;
caminar firme y airoso.
Su mirada, ya marchita,
guarda recuerdos de otro tiempo.
La luz del alba vio en Castilla;
la adversidad laceró su infancia
entre lágrimas vertidas por su padre.
Su madre y el abuelo, Víctor,
guiaron sus pasos,
que su frágil memoria evoca
y en su corazón perduran
con veneración sentida.
Siempre solícito y cariñoso;
pendiente de mis travesuras de niña;
mi maestro; siempre a mi lado.
Me dio la vida
y a él le debo gratitud eterna.
- Autor: Isabel Anhara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2015 a las 16:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, nelida moni
Comentarios3
Hermoso homenaje a tu padre.
Saludos.
Hermoso y merecido homenaje a tu padre amiga querida.
Mi padre tiene 88 años y también fue una gran maestro y ejemplo de trabajo y honestidad. Aprendimos de él tantas cosas que ahora nos sirven para vivir.
Un gusto leerte. Ser agradecidos es lo mejor que podemos hacer, sobre todo con quien nos ha dado la vida.
Un abrazo.
Kavi
Precioso poema, un placer amiga
Gracias por compartirlo
Mis cariños
Nélida
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