Llevaba una sonrisa
y un vestido
hecho con poesía.
Su cabello
tan negro
le hacia la guerra
a esta noche sin estrellas.
Conversamos,
recordamos
y pintamos,
allá arriba
un futuro
que bien pudo ser el nuestro.
Me di cuenta
que ya no me dolía,
que su nombre
heridas no abría
y que ya no moría
por tocar su mejilla.
Sin embargo
mi cuerpo la reconocía
y ella
metiendo su mano en mi pecho
anunciaba su partida.
había música en sus pasos
y su aroma en toda la perspectiva.
Sentí un vacío,
me faltaba algo
que al mirar,
sus manos delataron:
llevaba colgando
cual péndulo
un pedazo
de mi corazón.
©NicolásRangel/Reservados todos los derechos. Nov.2015.
- Autor: Nicolás Rangel. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2015 a las 18:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: sanchezmorra, nelida moni, 40
Comentarios7
Me encantó, me encantó. Lo sentí.
Saludos, Paola
Que placer Paola. Agradezco enormemente a tus ojos por haberse posado entre los pliegues de mi alma. Te abrazo, esperando volver a leerte muy pronto.
Muy bello trabajo poetico de amor/desamor.
saludos
Guillermo
Un placer amigo. Saludos.
Muy bonito tu poema amigo, un placer haberte leído y de veras que se siente. Un abrazo
Nellycastell me alegra bastante recibir tan bello comentario. Te abrazo, agradeciendo tu tiempo y tu lectura.
Vaya!
Excelente poema, y excelentes rimas. De verdad un poema muy original y hermoso.
Saludos!
Infinitas gracias. Un placer.
muy bonitos
Un placer Mayra.
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