Llueve en silencio... la conciencia tiene dos caras

La conciencia tiene dos caras, la que se da al mundo exterior y aquella que nos habita en el mundo interior, en nuestra alma, donde la fe teje la inocencia, la ilusión y uno mira a través de ella a esta ilusión que llamamos vida y se da entera, sin miedos al otro tan solo con y por amor.
Rasgando mi existencia y en el dolor de la explosión de mi ser, con todo el amor entendí y reconocí ser hija de dios, ser hija de la libertad...
Y ser mujer de nueve lunas, así concebí a mis hijos, Gonzalo Matías y Paola Cecilia, dos ángeles que siempre son luz en mi andar espiritual y sé es esencia, honrando y siendo memoria a esa visión, a esa mirada permanente del ayer de mis origenes y del creador que son parte de mi ser.
Y uno continúa ser y siendo, dejando huellas, hablando con uno y con el otro, dando palabra mientras la historia avanza con paso lento....
Llueve torrencialmente en el rancho como siempre, empantanada y encerrada en mi propia cárcel de mi mente como en todas las edades de la historia, llueve dentro mío ante el dolor y esas ganas infinitas de pensar, del crear, del cambio, de transformar-nos...
Tú y yo, de ser parte de este movimiento que avanza ante la autoridad absoluta del tírano, del ser esclavo que buscó derrumbar el pasado, mintiendo, cercenado cosificando, humillando, amordazando...violentando, matando, tirando bombas.
Y, yo soy la paz, soy mujer sin armas, ando desnuda ante el mundo, no acumulo bienes, solo, soy palabra.
Soy palabra enfrentándonos entre sombras, en los valores morales, en los principios y en el crecimiento del ser libre.
El 24 es mi cumple, nací en el 56 y he vivido todos este tiempo por la gracia de dios muchas sombras pero ninguna me ha borrado, todo lo contrario, me han fortalecido, he pintado soles como ahora en este instante ante el dominio absoluto, donde sin resignarme enhebro mis letras de colores una vez más...
Y soy testimonio de la historia en voz de alas de un nunca más frente a la oscura causa del dogmatismo, de falsos dioses y heroes asesinos.
Soy la imperfecta, en la pequeñez de nuestra existencia, soy la minoría la que siempre elige ser en voz de alas la que no calla, la sin mordaza.
Yo soy la paz, elijo serlo y soy mujer sin armas, ando desnuda ante el mundo. No acumulo bienes, solo, soy palabra.
Soy como tú! Somos, el mismo contenido pero la forma es distinta, nada más.
En esta tarde de silencio, soy tu rostro y lo veo al mirarme en el mío sin velos, en la secreta y silenciosa lágrima que grita en su voz
y me declara:

Herman@ mío, no soy tú, soy yo!

Y, yo soy la hija del libre albeldrío en esta tierra para oír solo a Dios!

Mané Castro Videla